Algo novedoso en el mundo de los archivos
Director del Archivo Histórico Provincial de Jaén
La idea propuesta inicialmente por Carmen Montoro para esta exposición supone algo novedoso en el mundo de los archivos: la actuación conjunta entre artistas y archiveros en torno a un tema común. Los primeros trabajan fundamentalmente con elementos visuales; los segundos, con documentos textuales. Unos crean pensando en el espectador, en la exposición de la obra creada; otros realizan su labor como consecuencia de una acción administrativa, pública o privada, que genera documentos escritos, en diversas lenguas, soportes y modos, que testimonian la acción de esa administración productora, pero que raramente se conciben para ser expuestos y, por tanto, carecen de la plasticidad de las obras de arte.
Pero todos pueden testimoniar, -complementándose-, determinados hechos, situaciones, maneras de pensar, actuar o entender la vida.
No es la primera vez que algunos de los artistas que participan en esta exposición han colaborado con otras organizadas por el Archivo Histórico Provincial de Jaén ; sin embargo, en ocasiones anteriores, esta se centró, fundamentalmente, en la ilustración de un catálogo que desarrollaba el tema propuesto en la exposición, donde se enmarcaban los documentos expuestos en su contexto. En esta ocasión, las obras de arte, van más allá de la ilustración y se presentan con fuerza e identidad propia. No son dos exposiciones introducidas en un mismo espacio: esta actuación es el fruto de la citada colaboración entre dos colectivos profesionales.
Ocho artistas han querido participar en el proyecto. Han tenido libertad para elegir un tema que les preocupase, centrado en torno a los derechos fundamentales del individuo. El objetivo, planteado casi como un reto, era demostrar que ante esas propuestas, los archivos podían responder presentando documentos de otras épocas, unas más próximas, otras más lejanas en el tiempo, que testimoniasen esas realidades e inquietudes.
Hoy día, el Arte tiene un componente importante de denuncia, de visión crítica del artista de lo que le preocupa o le rodea, pero no todo el Arte… Como en otros aspectos de la vida, hay artistas comprometidos y artistas acomodadizos. No creo en el estereotipo del artista crítico; es más, durante mucho tiempo, buscó el apoyo del mecenas, del poderoso, al que por un principio elemental de supervivencia, no solía contrariar; los ha habido, incluso, que han apoyado, con su persona y con su obra, la labor de terribles dictadores o ideologías. Hoy ocurre igual: si antes fueron la nobleza o el clero los grandes patrocinadores, actualmente son los bancos, las instituciones públicas, las fundaciones culturales, las grandes empresas, etc.; y con frecuencia, la actitud crítica queda reducida a un “barniz” externo incoherente con el planteamiento interno del que con ello se adornan. No obstante, en cualquier caso, la obra de estos artistas, de los de antes y de los actuales, comprometidos o no, es sin duda testimonio de una época, de una actitud y reflejo, consciente o inconsciente, de su forma de ver y relacionarse con la sociedad y su entorno.
Igual ocurre con los documentos de archivo: constituyen por sí mismos y en su conjunto un testimonio fundamental de la sociedad que los vio nacer, dándonos a conocer incluso, en ocasiones, cosas terribles de esos productores de los que emanaron. Pero, a veces, por la labor e impulso de los encargados de su custodia, los archiveros, constituyen también un elemento importante de denuncia.
En el caso de esta exposición, se producen elementos coincidentes importantes: la obra de arte y el documento de archivo actúan siempre como testimonio; y aunque no en todas las ocasiones, en esta sí ocurre, pues ambos constituyen un instrumento de denuncia